El Sevilla cierra la liga en casa con la cuarta plaza asegurada y con el deseo de dejar buen sabor de boca a la grada del Pizjuan a costa de un Osasuna descendido.
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Ha sido breve, pero intenso.
Un carrusel de emociones que ha sacudido al sevillista durante una temporada con una elevada carga sensorial, que ha trasladado a la afición a
estados de ánimo muy dispares, desde la
máxima ilusión por la pugna por la Liga
hasta la sensación de decepción por las expectativas frustradas por la involución del equipo en la segunda vuelta. Sampaoli ha generado una cantidad ingente de información y de sentimientos encontrados, porque, al igual que su discurso, con él no ha existido nunca el término medio. Ha enamorado y defraudado por la inclinación a la baja de su trayectoria, pero, a nivel global, el resultado no admite discusión sobre el éxito de su proyecto, pues cumplió el objetivo de entrar en Champions una jornada antes de acabar y, más allá de que algunos sevillistas piensen que se marcha por la puerta de atrás por
la aparente oscuridad de sus conversaciones con la AFA, tiene en su mano firmar una puntuación histórica. Razón por la que Sampaoli, aunque parte de su mente ya piense en Argentina,
se toma muy en serio la cita de hoy contra Osasuna, ya que, con un triunfo,
superaría el registro de Manolo Jiménez en la 08/09 y de Juande Ramos en la 06/07, convirtiendo su proyecto en el segundo con mayor puntuación de la historia, con 72 unidades, por las 70 del arahalense y las 71 del pedroteño.
En dicho caso, sólo quedaría por atrás de los 76 alcanzados por Emery en la 14/15, un récord que durante la mayor parte de la competición ha desafiado seriamente el casildense, pero del que se alejó por el bache sufrido por el equipo. Además, se erigiría en el cuarto Sevilla, junto a los tres mencionados, en llegar a los 70 puntos, y el tercero en saltar el muro en el caso de que se impusiera. Por todo ello, se espera que
el último once como nervionense del ‘Zurdo’ sea
muy competitivo, con los mejores mimbres que le permitan las numerosas bajas.
En este sentido, las ausencias atrás por las lesiones de
Rami y Pareja, y la sanción de
Mercado, sumadas a la no convocatoria de
Carriço, provocan que tenga que reconvertir a Kranevitter o hacer debutar a
Álex Muñoz, del filial. En la media podría ser el último partido de blanquirrojo de
N’Zonzi y Vitolo, ambos con ‘novias’ poderosas, y es posible que utilice a
Ganso junto al francés, sin descartar que repita
Krohn-Dehli, tras reaparecer en el Bernabéu.
Sarabia regresa para ocupar un costado y el canario escuchará posiblemente cómo la grada le pide que se quede, mientras que es probable que
Jovetic disponga de su última oportunidad para convencer al Sevilla de que se haga con sus servicios.
Ni Nasri ni Vietto la tendrán en
una noche de despedidas que puede servir para regalar a la afición una imagen que le deje buen sabor de boca y
un registro en forma de huella profunda.
ED Apuestas4 min lectura