Un punto. Olvidada la pelea por la tercera plaza,
ése es el botín que hace falta para amarrar la cuarta, que cerraría una notable temporada pese a las dudas finales. Dependiendo de lo que haga el
Villarreal, obligado a ganar sus dos partidos, puede que ni sea necesario sumar ese empate de más.
Y con la bala de Osasuna en la recámara, en Nervión se respira tranquilidad.
Por ello,
Sampaoli y los suyos se presentan en el Bernabéu sin más presión que la de acudir como
jueces de la Liga, ya que salvo catástrofe,
la bola del Sevilla estará en la previa de una Champions que deberá validar en agosto un equipo muy trasformado y con nuevo técnico.
Pero antes,
el coliseo blanco es el último gran escaparate europeo del que será
próximo seleccionador de Argentina. Aunque parece que los astros se han conjurado para lanzar piedras contra él, mermando seriamente las opciones del técnico argentino.
Y es que, más que darle vueltas a la cabeza para componer un once competitivo, el de Casilda 'sólo' debe buscarle sitio a los jugadores de los que dispone.
En la capital hispalense se han quedado el sancionado
Sarabia y los lesionados Mariano, Escudero, Iborra, Rami, Nasri y Ganso, estos dos últimos casi por sorpresa, viajando finalmente el mermado
Vitolo. Una ingente plaga de bajas que ha obligado a tirar de los canteranos
Diego González y Mena, capitán del juvenil.Con serias dificultades para encontrar dos laterales, todo apunta, por tanto, al regreso de una
zaga de tres, con Mercado, Pareja y Lenglet, entrando Kranevitter como acompañante de N’Zonzi para reforzar la medular. A partir de ahí, la duda está entre jugar con dos puntas, algo que no casaría, según lo visto, con la filosofía ‘amateurista’ en los grandes escenarios, o dar entrada al casi inédito
Walter Montoya en un costado y tener que decidir arriba entre Jovetic y Ben Yedder.Con esos limitados mimbres, los sevillistas harán suyo
el 'más difícil todavía' ante un Madrid que viaja con velocidad de crucero hacia la duodécima Copa de Europa sin querer perder por el camino una Liga que se complicaría de perder hoy.
Por ello, Zidane tirará de su 'equipo A', aunque el 'B' es igualmente temible, sin más bajas sobre el once ideal que las de
Carvajal y Bale.Competir es lo mínimo que se exige en Nervión.
Ganar sería acabar a lo grande y volver a dejar un dulce sabor en el paladar.